Fue suficiente la inoportuna y lamentable intervención en la feria del libro en Guadalajara de un precandidato a la presidencia de la república, al intentar responder una simple pregunta, que sin saber del locutor, se convertiría en una complicada respuesta. La pregunta no era de esas comprometedoras, de las que ponen a sudar, ni mucho menos de las que hacen suspender una conferencia, que tratan de evitar una exhibición pública, sin saber que lo único que logran es una quemón nacional.
Me refiero a la turbulencia que sintió Enrique Peaña Nieto al tratar de una forma u otra, de un modo cantinflesco, contestar cuales habían sido los tres libros que han marcado su vida. El hecho es por demás conocido y no abundaré, digo cada quien piense y juzgue lo que quiera.
Sin embargo, quiero hacer énfasis en el verdadero problema: La lectura.
Un mexicano promedio, es decir, cualquiera, lee al año 2.9 libros. Casi tres, bueno. Mientras que en otros países los ciudadanos consumen más de quince libros. ¿Y porque? Creo nada, en verdad, justifica el hecho de que en esta nación no se nos da el leer.
Nos maldice ese adagio que reza “Nadie es profeta en su tierra”, México esta colmado de grandes escritores y articulistas que han contribuido a la grandeza literaria del país, por lo tanto, es imposible concebir que ni sus compatriotas siquiera se acerquen a sus libros.
Pero bueno, creo la raíz deriva de una mala estrategia en la educación. Claro, la culpa de todo lo tienen la falta de educación, y sí. Además de que surge algún conflicto todos señalan a la mala educación. Si, Si, Si. ¿Pero que proponen? Nada, los grillos cantan.
Se han lanzan campañas que fomentan la lectura, pero pocos leen. Se hacen ferias y vienales, pero no muchos van, bueno es más, recuerdo de mi infancia esos versos de propagando que se pegan para promover la lectura, ingeniosos como la publicidad misma, como aquel que decía: ¿A dónde vas Tomas?, ¡A leer más!. Que tal esa campaña del Metro para leer, bueno se los robaron, así como. Bueno y la de presta tus libros, y luego los maltratan. Bueno, entonces, compren sus libros, pero lean.
Creo que al libro hay que incluirlo en la canasta básica para que la gente lo pele, no es un bien lujoso. Leer no da cáncer de retina, no saca ámpulas en los dedos, no produce la caída del cabello, no es mejor que en cine, no tiene comerciales, no hace sangrar las uñas, no hace más que más inteligentes y cultos a los hombre. Porque si hace bien no lo consumen más.
Cualquier pretexto es bueno para leer. Para que te de sueño, para imaginar, para conocer el mundo, para tener vocabulario, mejor redacción, da buen ortografía (dicen), cura de espanto a la cultura, es un arte. Bueno Es todo lo que quieran, menos lo que debería ser: Un fervor nacional.
Ya no hacen de esos maestros que arrimaban a los pupilos a los libros. Perdón, tampoco ya no hay muchos padres que le avienten un libro a sus hijos e ves de pagar televisión por cable o comprar el XBOX con el dese aparatejo que hace que con un dedo se pasen tres niveles. Ok, muero de envidia por tener uno, pero SI LEO. ¿Y que leo? Un poco de esto, un poco del otro. Pero leo.
Con esto también contesto la pregunta de aquellos periodistas nefastos que afirman que no es necesario leer para gobernar, bueno, claro, viene del sistema aquel que gobernó tanto y que educación no invirtió ni un duro y ahí está el resultado, un candidato que no puede señalar tres libros, y unos paleros que creen que no es necesario leer El príncipe, El arte de la Guerra o biografías de gobernantes, ¿pues para qué?, este es país es de improvisados, de gobernantes que “al ahí se va” sacan todo, que no saben leer su decretos, comunicados y oficios. Pues total alguien más lo hará, pero ese no sabe leer ¿Por qué? Porque es hijo de un sistema que no lo impulso a leer, ¿y por qué? Porque su maestro es parte de un cáncer que afecta este país y que no se le ocurre poner a leer a su alumnos, ¿y por qué?, pues por que no lee, y no sabe que hay más allá que la televisión, que no sabe que él puede pensar y crear, imaginar y propagar eso que tanto bien hace aun país: La cultura. Pero no leen, así como, nadie le va abrir los ojos, porque no les interesa, sin saber que se pierden e universos paralelos y que pueden ser tan posibles y aplicables.
Antes las ideas y revoluciones derivaban del alma del papel, las letras de los filósofos, como las de Roseau y Marx. Hoy, la revolución nada más no es posible porque los humanos tienen tapados el cerebro con una señal que lejos de comunicar idiotiza y reduce al humano. Mientras sigamos viviendo las tragedia por no leer, como un mal gobierno, no pasar exámenes, ingerir alimentos caducos, accidentes y más cosas que pasan por no leer.
Espero que hayan leído esto, y si no, ya se a quién darle las gracias. Pero me preocupa más que ya sabiendo el mal, muchos no hagamos nada. Y todo por no leer.