Me abro con todos ustedes de corazón, pidiendo más que nunca ser leído, y además, abusando de su confianza, suplico un poco de su amable y gentil comprensión.
Y es que así me tengo que expresar porque pido su anuencia para expresarme sobre este tan polémico tema.
Tengo 23 años, mexicano por nacimiento y convicción, casi licenciado en derecho, hijo de una familia acomodada, consiente de me realidad; todo bien hasta aquí ¿no?, bueno, Me gusta la fiesta taurina.
No, no, no por favor no cierre, no ignore esto, tal vez no le agrade pero a mí me es importante que lo lea.
Y le digo algo, no soy partidario de la violencia, ni la sangre, la riña, la calumnia, ni de ningún pecado que me allegue a Satanás, vayas, soy un cobarde para matar a un vil insecto. Y creo, también, que estoy sano de mis capacidades mentales, solo, es eso, un gusto pasional.
En mi familia núcleo, nadie es partidario de los toros, vaya, me ven feo los domingos de temporada y también me hacen notar que lo que hago, vaya pues no está bien, no es de cuerdo, pero es que me encanta.
¿Por qué?
Le contesto con una sonrisa pícara como insinuando la cosa.
Porque yo jamás me atrevería a pararme ante 500 kilogramos de auténtica rabia y mostrar una muleta, haciendo un desdén como si la vida se me fuera en ello. Yo no podría armar en cinco segundo el engaño y mostrarlo mientras el hacha de la muerte me asecha en las costillas. Yo no me jugaría la vida ante una bestia, que si bien nada me hace y nada me debe, tampoco me dejaría vivo si tuviera la oportunidad. ¿A quién le gustaría morir en la arena de un ruedo en la camilla sucia de una enfermería improvisada?, creo que me he imaginado mejor mi muerte, y por eso admiro y valoro al que daría la vida en ello.
¿Es un arte?
El arte es bello, pero también es cuestión de percepción. Ejecutar cada suerte, acto, pase o movimiento como los cánones lo marcan, es como un artista es reconocido, al igual que aquel que innova y produce una sensación en el seno del alma. Es pues el arte algo pasional, algo que se percibe por los sentidos y que se transforma en el ser como el agua al torrente de una cascada, con esa violencia y con esa fuerza. Y eso es lo logra el arte, penetrase al hondo de uno y cristalizarse en el alama nutriéndola de vida y pasión. Esa adrenalina, acompañada a la hora de corear con todas la voces amigos, el logro de transformar una hazaña al arte puro.
Un arte, pues si, para mí lo es, como para quien es el ajedrez un deporte, por aquello de la agilidad mental, no lo sé.
Debo confesar que no me divierte, ya que no me hace reír ni me alegra; me apasiona, me emociona y reacciono a eso estímulos de gallardía, coraje y valentía. Vaya es cosa sería.
Sé que muchos ya están inquietos, y que me dicen que la vida del toro, pues bueno, la vida del torero va en ello. Y se da el reconocimiento al toro, su raza, su pureza y su bravura. Que por cierto el toro de lidia es una raza especial, prohibir la corrida es condenar a la extinción a la raza del toro de lidia. Vida por existencia ¿Qué preferir? Además de todas las familias y personas que trabajan y viven de eso, no son 2 o 4, el dueño y el torero, sino una industria detrás. En eso nunca piensas, piensan más en la vida del toro, que muy respetable, que en la dignidad e integridad del ser humano
Creo que un toro tiene una muerte digna, y no como en los mataderos, dónde sale la carne brutalmente asesinada, esa que nos cómenos. Y siguiendo con la congruencia ¿y las peleas de Gallos?, ¿esas no?,. Bueno y las clandestinas de perro también ¿o no?, o esas por lo menos son igual a igual. No se ahí, pero acá el torero tiene las de perder.
Ya sé, todo lo que me dirá, ya sé todo lo que piensan y que me ponga en lugar del toro, pobre, ellos no quieren, bueno ustedes tampoco saben ni si quiera que será de todos mañana, lo único que yo sé es que mientras este la temporada grande en la Plaza México, los domingos a las 16:30 horas hay toros, y eso me basta.
Ya sé, todo lo que me dirá, ya sé todo lo que piensan y que me ponga en lugar del toro, pobre, ellos no quieren, bueno ustedes tampoco saben ni si quiera que será de todos mañana, lo único que yo sé es que mientras este la temporada grande en la Plaza México, los domingos a las 16:30 horas hay toros, y eso me basta.
Qué lejos están esos tiempos en los que la mayoría estaban al pendiente, y se incluían en los noticieros. Hoy parecemos perseguidos, peor que ladrones o asesinos.
Libertad, Tolerancia y Respeto