Faltan unas horas para la apertura de las casillas en todo el país y al final de cuentas me llama mucho la atención todo y a la vez nada.
Elegiremos a nivel federal, diputados, senadores y lo más suculento, presidente. Y ustedes ¿tienen gallo o gallina?, la verdad es que no creo en ningún candidato, sólo en proyectos, y es que a lo largo de todo este tiempo de campañas electorales y demás, la película se repite, es desgástate y aburrida.
Como toda buena competencia, los participantes y espectadores tenían sus pronósticos, expectativas e incluso apuestas, seguro muchos diciendo que tal o cual competidor tendría un as bajo la manga o que cierto factor influiría, o de plano ya se veían en la foto al final con la corona. Para ser honesto, se veía al inicio un puntero y dos rezagados adversarios, y uno que bueno, la verdad hizo lo que tenía que hacer.
Como en todos los eventos, uno no puede estar seguro del resultado si contemplar el desarrollo, y así, a lo largo del tramo surgieron efectos, defectos, actores, movimientos y situaciones que alborotaron el avispero, lo que unos tomaron como tránsito libre, otros de repente se les empezó empedrar el camino, y lo peor, es que ellos solitos lo hacían. Se agradece que en esta temporada no hubiera insultos o ataques personales, más bien se mantuvieron al margen.
Por mucho recordaremos esta elección y es que la ciudadanía a participado y se ha manifestado como nunca, y bueno los ejemplos saltan solos.
Pero quisiera tocar algo particular, la actitud. Como muchos toman partido de alguna preferencia y hace la causa suya, como si fueran heraldos legítimos, vaya los voceros del partido y que de su voto depende la victoria. Al final, por gracia o desgracia, los votos de todos valen y cuenta igual. Ver que unos a otros, mexicanos, se ataquen por distinción de colores y preferencias lectorales, al grado de separarse y dividirse, y bueno se alzan y se creen sabedores y detentores de la razón y al final, lo único que es que aparentan ser politólogos y consientes sociales, vaya todo menos ser demócratas.
Un demócrata no está por dividir a su país, sino para unirlo. Un demócrata no ve causas personales y más bien busca la inclusión y la pluralidad. Un Demócrata está abierto al debate y a la opinión razonable de dónde provenga, y no la discusión aferrada y retorica. Un Demócrata no impone razones, logra consensos. Un Demócrata no reprime, sino que lucha por los derechos ajenos.
Entonces porque hay pungas entre los que se dicen amigos, colegas o compadres, de repten hacen propia la lucha y no se dan cuenta que solo participan como soldados de una batalla que no les pertenece. Los candidatos luchan por la presidencia, y ninguno de nosotros será parte de eso, así que ¿para qué tanto enojarnos y estar en pugna en una guerra que a nosotros ni nos va?, o que ¿seremos recompensados por haberlo apoyado e impulsarlos como secretarios de estado o un huesillo así?, lo dudo.
No dividan al país, porque nuestra verdadera causa debe ser México, y no quien gana o no la presidencia, al final quien hacer que la nación se mueva somos nosotros.
Así que antes de tomar partido, por favor piensen que quien de verdad los necesita es México, y los Candidatos no nos necesitan, nos utilizan.
Espero que antes de sufragar lo hagan conscientemente, y que hayan revisado todas las propuestas y elegir lo que les sea afín, no se dejen llevar por lo que dicen los demás, de cómo sería cierto candidato, que será como antes o será como otro país. Un gran defecto del mexicano es que le gusta que piensen por él, y que el den digerido todo, y así decidir, en vez de buscar la verdad y realizar su propio juicio, es por eso que un medio de comunicación o una opinión de altavoz puede controlar masas, no es ignorante el que no sabe, si no el que no le interesa saber.
En fin, la suerte esta echada y decidir nos toca a nosotros, espero gane el pueblo y no la rebelión ni la imposición, quien sea que quede, deber recordar que México lo puso ahí para servirle, no para que le sirvan, porque si no, de nada servirá.
Mañana voto por primera vez para presidente y lo haré a conciencia, pero sobre todo estoy convencido de que el cambio empieza por uno y después transformando al país para así progresar, sin esperar la ayuda de nadie, porque un candidato pide tu apoyo y después se olvida, pero México nos e olvida de quien lo ayuda, así que eso es lo que me importa, lo demás es lo de menos.