Vine aquí con la ilusión negada al viento de quererte encontrar.
Mientras todo tras de mi pasa.
Estoy en la Curva donde el aire no pega y donde todo pareciera surgir de la eternidad.
Está esperanza vana del que no ata y se acobarda, del que no haya ni enfrenta, del que no se encuentra ni sabe donde dirige el alma.
Me siento en la cima de mi torpeza, en la punta de lo despreciable y la culminación de mi depresión.
Ven aquí gitana, y no me des un beso, que amor tuyo no estoy tan seguro de quererlo.
Ven y desmarca el hechizo signado, quita la trampa y devuélveme con ello mis alas y alma, que él que nada teme a todo le gana.
Si no haz de volver para perpetuarnos, llévate el encanto, que para nada me sirve, como tu desdibujado retrato.
Traduzco en esto mis lágrimas enclaustradas, aunque temo que un día, por no encaminarlas al destino del arroyo me ahoguen por dentro.
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