domingo, 15 de enero de 2012

La Estela de México

          Pues bueno, ¿Ya vieron nuestra Estela de Luz?, si, nuestra. Indirectamente a través de nuestros funcionarios públicos, mismos que reciben un sueldo de los impuestos que pagamos, tuvieron a bien construir algún ícono o emblema que representará lo majestuoso de nuestro país en su bicentenario, a nombre de los mexicanos a quienes representan y sirve, y lo lograron.

            No se si demostraron lo maravilloso y grande que es nuestro México, si nuestro. Porqué nosotros lo hacemos día a día, de él venimos, vivimos y a él deberíamos regresar con cosas buenas y de beneficio para todos, si todos.

            Porque todos integramos una comunidad que es tan antípoda. A veces se une que ni cien truenos unidos a un sismo podría partirlo en dos, y en otras tantas hablamos idiomas distintos. Y al fin mi país sigue ahí, si mi país.

            Podría confesar que estoy enamorado de él, aunque no sea un romance como aquellos que se besan y demuestran amor con cartitas, es un sentimiento diferente. Yo creo que él, a través de su historia me supo llegar al corazón y así empezar a fijarme en él, me hacía ojitos con su naturaleza, y bueno me terminó conquistando con su sabor, olor y color. Y estoy seguro que esto le ha pasado a muchos, por eso hoy con profunda tristeza me avergüenza decir que la Estela de Luz realmente identifica y describe a esta nación.

            La Estela de luz es México. Con una estructura lastimosamente corrupta, con una gran intención pero que en los fondos revela un falso interés, una hipocresía de la clase política y una máscara que muchos, por ignorancia, no logran ver. Ese monumento demuestra que este país está desubicado, se encuentra en un lugar que no le corresponde, porque tiene los elementos para encontrarse en un mejor sitio que lo que ahora tiene. Esa lumbrera de Reforma nos caracteriza por despilfarrar el dinero y no ocuparlo en mejores cosas, en alimentar una falsa apariencia en vez de reforzar un alma humilde. A esa Estela, le faltan principios, cimientos, como la ausencia de valores en muchos de los hijos de esta matria.

            Eso es lo que al parecer en 200 años hemos sido, siempre problemas, siempre lejos de lo mejor, en una lucha continua que no buscan un cambio substancial, si no un cambio de hombres en el ejercicio del poder que hacen lo mismo que todos: solo beneficiarse sin ver pro lo demás y olvidarse de este país que les da todo. Qué bien nos representaron, pero bueno, agradezco que lo hayan hechos, espero así la gente se dé cuenta de que podría cambiar el significado de esa masa de concreto, es decir cambiar la perspectiva.

            Pero yo no podría hacer una mejor reflexión como la que les dejo a continuación, de alguien que da más por este país, sin tenerlo que hacer como los que de verdad germinamos en estas tierras.


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