viernes, 28 de octubre de 2011

With A Little Help From My Friends

               Hay tiempos en los que nos sentimos incomprendidos y estamos que no nos calienta ni el sol, nos sentimos dejados al abandono y la presencia de todos nos harta. Nadie está a nuestro nivel y no comprenden lo que pasa, claro como ellos no viven lo que uno, encerrandonos en un mundo de odios y rencores infundados e innecesarios. En esos tiempos lo menos que debemos hacer es alejarnos y enojarnos con nuestros amigos, es entoces el momento en que más necesitamos de ellos porque nos dan fuerza y otro punto de vista para así solucionar mejor las cosas. Lo que muchas veces necesitamos es una pequeña ayuda de nuestros amigos, esas palabras y tiempo brindado que nos impulsa, levanta, hace continuar o redoblar el esfuerzo.

                Es por eso que recordé esta canción originaria de los Beatles, misma que se desprende de uno de los más grandes discos de la historia: El Sargento Pimienta. El desarrollo de la canción narra una interlocución entre lo que pareciera un grupo de amigos, dónde uno es quien dirige la palabra a los otros que le contestan en los coros. En su versión original se escucha sencilla y simple, cinco notas que van y viene, siempre iguales, con mismo tono y ritmo, sin que exija el mayor conocimiento para su interpretación.
                Joe Cocker realiza simplemente lo impensable, superar un audio original y nada más ni nada menos que del famoso cuarteto de Liverpool. Este cover es uno de los más trascendentales de música en toda su historia, ya que reúne ciertos elementos para serlo. Primero los arreglos midifican su estructura original y hasta cierto punto irreconocible, prácticamente se rehizo la canción, generando ritmos y pausas que llevan al escucha a un tremendo disfrute de altibajos. La interpretación del vocalista imprime en la armonía la perfección misma, se puede sentir el desgarre y fuerza de la voz en cada estribillo. Todo esto aunado a la época de la guerra en Vietnam y la oleada hippie, y en Woodstock mesquita del rock y de la música con sentido liberal y humano, claro bajo la influencia de los psicotropicos, pues le añade esas esencias finales que le dan el toque singular e inolvidable.
                Así se convierte en un ícono generacional, incluso correctamente usada para ser el tema de una serie que de forma anecdótica y musical describe una era peculiar de EUA, en la serie The Wonder Years, que relataba la vida del protagonista Kevin Arnold, su familia, su amigo Paul y su eterno amor Winnie Cooper.
                Creo esa es una de las virtudes de la música, lograr explicar y narrar épocas de la vida del hombre, que tal vez solo así, cantando y todos los sentimientos que se perciben con los sonidos, logran contar a través del tiempo lo que entonces era lo común, formando así SoundTracks de vida que nos acompañaran por siempre como los recuerdos, pero un pase mágico especial que hacen de un recuerdo algo importante pero cuando este es musicalizado es trascendental.


No hay comentarios:

Publicar un comentario