Redondos. Eso es lo que fueron para México, los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, tanto deportiva y socialmente hablando. No se ustedes, pero hacía tiempo que necesitábamos buenas noticias consecutivas por un periodo considerable de tiempo.
Y no es para menos, se lograron romper records históricos como rebasar la marca de 23 medallas de oro llegando a 42, y de superar la cantidad total de 80 medallas con 133. Sin duda redondo, por dónde se quiera ver.
Pero también cabe resaltar el gran nivel de organización y apoyo brindado para la realización de juegos, y claro que despiertan el deseo de ver a nuestro país como sede de olímpicos. Estamos para grandes cosas, para grandes eventos, y sobre todo para vencer cualquier obstáculo que se nos presente. El deporte así nos lo ha enseñado esas semanas. Fuera de lo emotivo que fue, tanto la ceremonia de inauguración, escuchar el himno en las premiaciones, emocionarse con las competencia, de los oros históricos y las racachas ganadoras como los 8 clavados dorados, y esos ya merito plateados suspirantes de oros, como las chicas del Volley de playa, y debo confesar que las lagrimas estaban al borde mi s parpado en la ceremonia de clausura
Es peculiarmente interesante, y en cierto punto lamentable, que mucho atletas se hayan hecho solos, no es quitar merito, sino es reclamar una falta de apoyo total a toda la familia deportiva. Si bien es cierto se han dado avances y sobretodo se han forjado ya bases solidad, también hay que decir que falta mucho más. Muchos deportistas compitieron con sus propios medios, a diferencia de otros que tuvieron apoyos y patrocinios por ser famoso, pero no mejores o peores que otros. Creo esas medallas, las del sudo propio, se disfrutan más y sobre todo animan la reflexión.
Otro caso especial es el de lo selectivos de basquetball nacional, tanto el femenil como el varonil, los cuales se formaron apenas días ates de la inauguración de los juegos, muy al vapor, derivado de la corrupción y grilla que hay en la federación mexicana, y sin embargo la dupla de quintetos logra una participación magnifica cornada con su asistencia al pódium. Eso me lleva pensar. Qué bueno, en su cara de todos los directivos, no los necesita el balón seto nacional para demostrar que cuando se tienen las ganas de triunfar, las personas más inservibles y estorbosas son lo de menos. Ojalá todos los mexicanos pensaran lo mismo de los quinientos vividores de San Lázaro, no los necesitamos a eso mediocres, pero ellos a nosotros sí, los mantenemos, nuestros votos alimentan su monstruosas campañas de corruptelas y codicias.
Así que los panamericanos nos dejan un gran legado, tanto la semilla de inclinarnos por el deporte, pero sobre todo darnos cuenta de nuestra fuerza y grandeza como pueblo, que no necesitamos de eso políticos que se cuelgan de medallas ajenas. México Despierta. A veces pareciera que el enemigo vive en casa, que hay quien se afana en descreditar a los participantes diciendo que sus deportes no son olímpicos y demás tonterías, quiero ver que lo hagan ellos, desde cero, como los competidores empezaron. Cómo aquel infame comentario que describía de ridículo al nado sincronizado, quería ver que aguantar la respiración bajo el agua por treinta segundos y muevan sus extremidades sin que se ahoguen. Ridículos ustedes apátridas. Y que dicen que solo porque están en el país, pues claro, hay que aprovechar la localía, malo si no hubiera sido así, que ni porque están en casa ganen.
Si esto no funciona, pues espero que lleguen pronto los olímpicos, seguro así ya haya una revolución social.
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